La sal se disuelve espontáneamente en el agua, sin embargo, la extracción de la sal del agua ya no se puede hacer espontáneamente, para conseguirlo requeriremos alguna influencia externa, se necesita realizar un gasto de energía.
Planteo este elemental y cotidiano proceso para introducir el concepto que da título a esta nueva Actición®, la entropía. Mientras que la primera Ley de la Termodinámica se refiere a la ley de conservación de la energía que podemos resumir en el famoso principio que dice que “la energía no se destruye, solo se transforma”, la segunda Ley enunciada por el ingeniero francés R.J. Clausius, nos define el concepto de “entropía” determinando que la debido a que muchos de los procesos térmicos son irreversibles, «la entropía siempre aumenta con el tiempo». La disolubilidad de la sal es un ejemplo de proceso irreversible.
Así pues, la entropía es una magnitud física que, mediante cálculo, permite determinar la parte de la energía que no puede utilizarse para producir trabajo y que por tanto se desperdicia.
Por ejemplo, en el campo de la ingeniería industrial, la entropía sirve para conocer el nivel de desperdicio de energía que se produce en los procesos productivos y para evaluar los rendimientos energéticos de las máquinas. Una máquina que convierte la mayor parte del calor en trabajo es eficiente. Por el contrario, las máquinas o procesos en los que se desperdicia la mayor parte de la energía es ineficiente. La evolución de los motores de los coches son claros ejemplos de mejora de la eficiencia, con menos energía se consigue más trabajo.
Trasladando este concepto a nuestro ámbito conceptual, el liderazgo, aunque no disponemos de un principio tan preciso como la Segunda Ley de la Termodinámica, podemos afirmar que, , en cualquier relación de Jefe → Colaborador, permanentemente, se transmiten conocimientos, se muestran actitudes y se fija un modelo de comportamiento a través del ejemplo. La forma en la que cada Líder desarrolla este proceso, determina el coeficiente de entropía con el que disminuye el rendimiento de su equipo. Cuanto más se aproxime a uno este coeficiente, menor será el rendimiento que el Líder obtendrá de su equipo. O lo que es lo mismo, mayor será el potencial desaprovechado. Siguiendo con la comparación, el potencial desaprovechado se corresponde con la energía desaprovechada en un proceso térmico.
Partiendo de esta idea, propongo la Actición® 11 – Reducir la Entropía
(Actción®: Dícese de la actitud que llevada a la acción produce resultados positivos)
Actitud:
Los conocimientos que transmito a mi equipo, las actitudes que perciben y la guía de comportamiento que soy para ellos determina el desarrollo de todo su potencial. Establezco un proceso de relación e interacción que permite eliminar ineficiencias.
Acciones:
Para poner en valor esta actitud propongo este plan de acción:
1) Identifico que planes de formación estoy desarrollando con mi equipo y establezco cambios y mejoras que los hagan más eficaces.
2) Identifico las actitudes que estoy mostrando a mi equipo mediante un ejercicio de valoración tanto por mí como por mi equipo, para efectuar cambios positivos. Para ello, puedo realizar un ejercicio de Análisis 360º (*)
3) Pongo en marcha un plan de cambio personal que incluye hábitos de mejorar para ejemplificar claramente las actitudes que quiero que tengan los componentes de mi equipo.
4) Tengo un programa de dedicación de tiempo para interactuar con los miembros de mi equipo.
(*)Este ejercicio consiste en la valoración de competencias por parte de sí mimo y de su círculo de relaciones más próximo (Colaboradores, Colegas, Jefe). El propósito del informe de evaluación de 360 grados:
Desarrollar una consciencia de cómo otras personas perciben el comportamiento del evaluado en el lugar de trabajo.
Identificar qué cambios o qué áreas de mejora pueden ser más prioritarios.
Identificar puntos fuertes para seguir potenciándolos.