Se suele decir que las personas con un alto grado de motivación, nacieron así. Nada más lejos de la realidad.
¿Qué es la Motivación? Mi definición particular de “motivación” es la siguiente: “La Motivación es el anhelo positivo y creciente dirigido hacia el logro de metas personales”.
Es un deseo vehemente, un deseo apasionado por conseguir algo, ese algo es el logro de metas personales, nuestras propias metas.
En consecuencia, se puede afirmar que la motivación es una actitud, un hábito de pensamiento. En tanto que actitud podemos decidir el grado y el sentido que queremos dar. Es algo propio, interno, que no proviene del exterior. La motivación es una actitud que se adquiere y se puede cambiar.
¿Qué nos puede hacer cambiar el sentido y el grado de nuestra motivación?
La mayoría de los fracasos no se producen por derrotas, sino que más bien son consecuencia de abandonos.
Estos abandonos o renuncias se deben a que, la mayoría de las veces, la gente se plantea conseguir cosas pero no en realidad no saben por qué quieren lograrlas. No se han parado a identificar las recompensas que va a proporcionarles conseguir sus metas.
Tras todo deseo debe haber un “por qué”. Ese “por qué” es la esencia de la motivación, lo que se tiene que convertir en nuestro deseo positivo y creciente.
Para poder desarrollar una elevada motivación, es decir una actitud positiva hacia la consecución de nuestra meta, es necesario tener identificado consistentemente ese “por qué”. Para encontrar ese por qué y mantenerlo vivo propongo dos ejercicios.
El primer ejercicio es poner por escrito los beneficios que nos proporcionará el logro de nuestra meta.
Esto nos ayudará a comprender el verdadero alcance que tiene, lo que realmente significa para nosotros.
Nos permitirá responder a preguntas que siempre tenemos que hacernos: ¿Merece la pena? ¿Estoy dispuesto a realizar el esfuerzo? ¿Se a lo que tendré que renunciar?
Es necesario ser exhaustivo en la identificación de todos los beneficios. No podemos quedarnos solamente en lo evidente.
Pensemos en beneficios tangibles, tales como recompensas económicas u obtención de bienes materiales. Pero pensemos, también, en beneficios intangibles como la sensación de logro, la contribución a nuestro desarrollo personal o, por qué no, la contribución a la felicidad de los demás.
El segundo ejercicio tiene que ver con la Visualización. Consiste en Visualizarse alcanzando el éxito. La visualización es el acto de representar mentalmente ideas, sucesos, circunstancias y objetos concretos.
La visualización nos permite experimentar en el presente, el futuro.
Existen dos métodos para visualizar nuestro éxito.
El primero consiste en utilizar objetos relacionados con nuestra meta como fotografías, dibujos o símbolos que estén asociados a nuestro éxito.
El segundo método requiere un ejercicio más personal. Hay que dedicar cinco minutos con cierta regularidad a vivir mentalmente la experiencia de vernos en la situación de haber conseguido nuestro propósito. Si anticipamos las sensaciones que tendremos al conseguir nuestra meta y el disfrute de los beneficios que nos proporcionará, haremos mucho más fácil lo difícil.
La visualización funciona porque nuestra mente archiva todas las imágenes que le llegan. Tanto las que son fruto de vivencias reales como las que son fruto de nuestra imaginación.
Si eres líder de un equipo tienes que tener en cuenta estas consideraciones.
¡¡¡¡ Ahora puedes empezar a practicar el hábito de la motivación!!!!
El ejercicio de dedicar cinco minutos al día a visualizar la situación que queremos alcanzar es totalmente eficaz. Yo lo he practicado en los 2 últimos años para lograr aprobar mi oposición y volver destinada a Valencia, plaza que anhelaba trabajando todos estos años atrás en Madrid. Y funcionó! Lástima que en lo personal, no sé cómo aplicarlo. Concretamente, en las relaciones sentimentales. ¿Se utilizaría el mismo método?
Gracias, Vicente.
Muchas gracias, Inma. La visualización es una herramienta muy eficaz para el logro de nuestras metas, funciona en todos los ámbitos. La diferencia principal entre una meta como aprobar una oposición y las que puedan tener que ver con la mejora de nuestras relaciones sentimentales, es que aprobar una oposición es una meta muy tangible, y por tanto puedes componer una imagen muy nítida de ella con mucha facilidad: te puedes ver recogiendo el diploma, ocupando el nuevo puesto, disfrutando de tu nueva casa…Sin embargo el otro tipo de metas son más intangibles. Si digo: quiero ser más feliz, tendré que componer que significa para mi la felicidad, formular una idea y convertirla en un plan. Normalmente, todo lo que somos capaces de traducir en palabras para conseguir que otras personas puedan imaginárselo, podremos visualizarlo.
Considero muy interesante la aplicación de la técnica de la visualización. Yo, en su día, leí un libro de metafísica titulado «el libro azul». Las premisas eran muy distintas pero el enfoque exactamente el mismo.
Creo que trataré de aplicar la técnica de la que habláis, Vicente e Inmaculada y os iré avanzando los resultados.
Imaginaré a Inmaculada como una chica risueña, deportista, inteligente y muy cercana al mar. A Vicente lo intuyo una persona razonable, altruista y con mucho gusto para la literatura.
Si acierto me lo decís, ¿vale?
Un saludo.
Hola, Pablo!
¿Dónde nos hemos conocido? Porque es imposible que hayas acertado tan bien en la descripción si no es porque me conoces…
Un abrazo!
Pablo te visualizó en google: no hay más que buscar tu nombre y tus apellidos en google y ver tus gustos y las fotos: por ejemplo, yo puedo concretar más y te veo corredora, incluso podría visualizar tu trabajo… lo mejor es que a la próxima no pongas tus apellidos.
Quizás te falte vivir las relaciones y visualizarlas menos. Piensa en perder rigidez, entender la situación de los demás e intentar apreciar y disfrutar cada momento, …
Saludos!
Tienes toda la razón Inmaculada. Mi capacidad deductiva es bastante más limitada. Me bastaba con mandarte un afectuoso saludo y desearte que todo te marche estupendamente bien. 😉
Quién eres, Pablo? Te conozco?