Algo que nos dificulta definir objetivos es el hecho de no conocer lo que va a pasar en el futuro. Cuanto más incierto es el futuro más difícil es definir una estrategia. Lo que ocurre es que el futuro, por definición, siempre tiene un elevado componente de incertidumbre. Y por definición, una estrategia es la elección entre los distintos cursos de acción disponibles para conseguir nuestros objetivos en situación de cambio y de permanente incertidumbre.
Cuando una situación como la actual sobrepasa los niveles de incertidumbre a los que estábamos acostumbrados, cuando el futuro inmediato es tan incierto que no nos sentimos capaces de vaticinar ni lo que va a ocurrir mañana, es cuando se hace mucho más necesario no dejarnos llevar por la corriente, ni abandonarnos a una inercia cada vez más perniciosa, que en vez de activarnos nos paraliza y que nos hace entrar en una cierta espiral de desánimo y de desmotivación. Es necesario no esperar a que las cosas ocurran sino hacer que ocurran. Para ello el primer paso es definir qué queremos que ocurra.
Un Líder Estratégico tiene que definir las metas de su empresa o departamento para así poder elegir las estrategias y las acciones que las harán posibles.
Y si como hemos dicho antes, entendemos por estrategia la elección de los cursos de acción para conseguir los objetivos en entornos variables, podemos resumir que son tres los elementos que debemos considerar siempre al establecer una estrategia:
- la variabilidad del entorno
- los objetivos a conseguir
- el plan de acción a implementar
Son pocas las empresas en las que se hace un ejercicio de definición de estrategia, pero son muchas menos Read more